En la vertiente oriental de los Andes Centrales, se encuentra situada una de las tantas maravillas que nuestro planeta nos brinda: las ruinas de Machu Picchu, un fascinante sitio inca, que fue construido a mediados del siglo XV, y que es señalado por los historiadores como residencia de descanso del noveno emperador inca, Pachacútec.
Machu Picchu, que significa “montaña vieja”, es una ciudad rodeada de templos, andenes y canales de agua, construida en lo más alto de una montaña; está dividida en dos grandes sectores: el agrícola que comprende una vasta red de terrazas artificiales, y el urbano, formado por diversas construcciones y plazas, entre las cuales destacan: el Templo del Sol, el Templo de las Tres Ventanas, el Templo Principal y el llamado Grupo del Cóndor.
Esta maravilla del mundo se encuentra en la vertiente oriental de la cordillera de Vilcanota, a 80 km de Cusco, la capital del imperio. Una de sus características es la angosta y única entrada, y su ubicación alejada de la vista de extraños, gracias a la selva.
¿Se les antoja conocer este increíble lugar?
Hay ciertas cosas que deben tomar en cuenta:
- Reserven con anticipación, pues es un destino bastante concurrido.
- Llévense algo de comer y de beber, no hablamos de todo un lunch, con una botella de agua y unas barritas es suficiente, pues está prohibido entrar con comida.
- Sean precavidos con el clima, ya que en esta zona es imprevisible y no sería nada extraño que llueva, o que haga mucho calor.
- Visiten lugares cercanos a Machu Picchu, como la Plaza de Armas, la iglesia de San Blas, el pueblo de Aguas Calientes o la Plaza de Armas, esto para que su cuerpo se vaya adaptando a la altura.
Si buscan una experiencia digna de contar, visitar Machu Picchu es definitivamente la mejor opción, anótenlo en la lista de cosas por hacer antes de morir. ¡Saquen las maletas!
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