En muchas ocasiones no puedes elegir cuándo saldrás de vacaciones y es que, la mayoría de las veces, éstas coinciden con las del resto de la población. El problema es que, al ser una época en la que todos salen del trabajo, la mayoría de los precios suben, desde el transporte hasta el lugar en el que descansarás, todo se eleva por las nubes y encuentras multitudes enormes en todos tus destinos.
Sin embargo, irse de vacaciones en temporada alta no necesariamente tiene que ser lo peor, al final el objetivo es divertirse, descansar y desconectarse de lo cotidiano, y para eso no hay que invertir mucho dinero.
Un consejo que puedes seguir es procurar reservar con mucha anticipación tus viajes, los precios suelen subir entre más cerca esté la fecha en la que saldrás, así que desde el primer momento en que sepas de tus vacaciones es recomendable que reserves vuelos y alojamiento. Si encuentras un vuelo de precio razonable, intenta comprarlo al momento, ya que los costos cambian constantemente.
Por otra parte, es bueno quitar la idea de que si un destino tiene menos visitas es porque el turismo es peor, pues no necesariamente tiene que ser así. Cada lugar tiene su propio encanto y viajar a estos destinos tiene muchas ventajas: menos multitud, precios más bajos y la facilidad para conocer una cultura distinta a la acostumbrada.
Otra parte importante es la flexibilidad a la hora de alojarse, no hace falta ir a hoteles cinco estrellas como si fuera lo único de lo que dependiera la felicidad del viaje, al final solo lo utilizarás para dormir y hay muchos hoteles que pueden ser buenos, bonitos y baratos.
Otro problema que puede presentarse en la temporada alta son las enormes colas para entrar a monumentos históricos, museos, etc. Es recomendable comprar las entradas por Internet, casi todos estos lugares te permiten comprar en línea y lo mismo aplica para algún espectáculo, concierto o evento.
Al final evitarás que se agoten los boletos y las largas filas.
En caso de que no pudieras comprar tus entradas en línea, también puedes levantarte temprano, madrugar te ayudará a entrar más rápido a museos y hasta tomar mejores fotografías del lugar sin tener que lidiar con la horda de turistas.
Al final, puedes compensar el madrugar con una buena siesta.
Por último, pero no menos importante, la comida puede ser un problema en el tema de costos y disponibilidad, por eso es bueno buscar sitios locales para comer. Encontrar un restaurante con comida típica y a buen precio será lo mejor que te pueda pasar, sobre todo en temporada alta.
Prueba consultar cientos de rutas de viaje, a lo mejor encuentras algo para tus próximas vacaciones.
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